Vivimos unos tiempos de crisis. No son momentos fáciles. ¿Cómo gestionar mejor?
Desde hace días le estoy dando vueltas a posibles temas que pueda ser interesante para publicar en el blog del máster. Temas que te puedan interesar. Han pasado unas semanas desde el último post, y… «ya toca«. Tal y como están las cosas en el sector no sabía cómo podría provocar una reflexión interesante. He pensado que podemos compartir algunas ideas para gestionar mejor nuestra institución, a nivel que corresponda a cada persona.
Hoy he releído un artículo del 2009 y me he animado. El trabajo titulado «Cómo ser un buen directivo en momentos económicos malos» escrito por Robert y Sutton. Me ha recordado ideas que nos pueden ayudar en este momento, aunque fue escrito durante otra etapa de crisis. El profesor Sutton reflexiona en torno a cuatro acciones y actitudes que son recomendables en momentos de dificultad, y pienso que también sirven para momentos de bonanza. Sigo su propuesta y aprovecho para poner algunas ideas de mi experiencia para actualizarlo.
Lo que me gustó del pensamiento del Dr. Sutton, lo que me ha inspirado y quiero compartir hoy en este post, son cuatro sugerencias que apunta. Añado ideas y reflexiones propias, a partir de su trabajo, también para que los EEUU y nosotros no somos iguales. Espero que las encuentres interesantes.
Cosas que hemos aprendido del pasado
El artículo comienza con una frase fuerte, pero que lamentablemente tiene mucha actualidad. Dice, y copio textualmente: «Estos momentos son difíciles para cualquier directivo.» Podemos añadir de todos los sectores vinculados con el deporte. Sigue la frase diciendo: «El miedo y la paranoia corren con toda libertad, no sólo en los mercados financieros sino también en los lugares de trabajo«. No quiero ser negativo, pero pienso que sitúa los momentos que viven muchas personas por esta crisis de la COVID, y que esperamos superarlo pronto. No debemos dejar de luchar por hacer las cosas bien, a pesar de ser muy prudentes, y ver al deporte como una de las fuentes de solución del problema.
Gestionar la información
El segundo reto que apunta es la necesidad de compartir información. Debemos saber hacer, y dedicar tiempo a dar información. Información adecuada, que resulte interesante y que sea de utilidad, sobre lo que está pasando y los motivos que fundamentan lo que está sucediendo en nuestra institución.
Tener información permite planificar. Permite entender lo que está pasando. Hay un principio en psicología que explica que las personas reaccionamos peor respecto a eventos que no son explicables que respeto a aquellos que podemos entender. Por lo tanto, compartir información ayuda a disminuir la ansiedad que provocan los momentos de dificultad.
Tener información ayuda a entender, e incluso, a mejorar las propuestas que hacemos como directivos. Las organizaciones trabajan con personas -buenos y buenas profesionales- que quieren ayudar a mantenerlas por varios motivos. La información compartida provoca, también compartir estas ideas buenas, y facilita la implicación la institución en la que trabajamos, fomentando lealtad en los momentos difíciles.
Gestionar la comunicación
Vinculado con la información, los directivos debemos saber explicar las razones por las que los cambios que proponemos son necesarios. Por eso hay que saberlo explicar. Pero, sobre todo, es necesario que se pueda entender por qué son razonables, y que este razonamiento sea creíble y honesto.
Una de las tareas como directivo es diseñar mensajes que se puedan entender, incluso, por personas que estén bajas de moral o que tiendan al pensamiento negativo. Muchas veces una buena solución son los mensajes breves y con una idea fundamental. Saber descomponer los retos que sean complejos, y confusos de entender, en varios más breves y sencillos, es un buen recurso. Fragmentar retos complejos, para hacerlos sencillos. Más claros. Que se puedan entender como «oportunidades de ganancia». Es una buena idea, ¿coincidimos? El reto está en saber hacerlo realidad. Siempre se empieza por intentarlo.
Gestión de la empatía
El cuarto punto a comentar, tiene mucho que ver con la empatía que debe formar parte de cualquier directivo. Tiene que ver con la necesidad de saber «ponerse en la piel de las otras personas» que están en nuestra organización.
Con frecuencia el esfuerzo p0r intentar entender los motivos que generan ansiedad, o que hacen que no nos entendamos, ya es un buen paso. Quizá lo más importante es la voluntad para entender los motivos, la disposición para querer entender, que no la solución a la situación negativa. ¡Con esto hay mucho ganado!
Para acabar… es necesario tener espacios y momentos para reflexionar.
Termino ya este post. Espero que esta breve reflexión pueda servir para mejorar nuestras tareas directivas. Ahora, más que nunca, necesitamos mejorar nuestras habilidades delante de nuestras organizaciones, tener espacios y momentos para reflexionar son parte de la solución.
Ojalá alguna de estas ideas os puedan ayudar, a mí me han dado que pensar.
Si teneis tiempo os recomiendo volver a escuchar algunos de los capítulos de los podcast del máster con invitados interesantes. Muy pronto colgaremos otro episodio con un invitado muy especial.
El artículo original se puede consultar: «How to Be a Good Boss in a Bad Economy» by Robert I. Sutton (June 2009)